martes, 30 de octubre de 2012

SOUVENIR

HOLA

Hola, no tenía nada mejor que hacer esta tarde que crear un Blog (¡¡¡otro!!!). ¿tendrá continuidad?, qui lo sa!; porque aunque tengo una cierta voluntad y método, muchas veces mi mente se pone en "órbita" dando vueltas a mil asuntos que bloquean mis deseos pacientes de la practicidad, para, curiosamente, convertirse en lo contrario: ilusorio y de poca consistencia.
Pero, prometo que lo intentaré. Al menos, de vez en cuando. Alimentando un poco mi afán de sacar cosas a la luz de la red (por si no hubiera suficientes).
¿De qué írá la cosa?, pues he pensado en una especie de CAJÓN DE SASTRE, como se suele decir, aunque yo preferiría unir las dos últimas acepciones y llamarlo CAJON DESASTRE. Sí, porque es un desastre la de papeles, cosas, objetos, dibujos, imágenes, discos, libros, trastos, recuerdos varios, ropas, fotos, utensilios, materiales, revistas, catálogos, recortes, cacharros...etc, etc, que he ido acumulando a lo largo de mi vida.
Como decía una persona entrañable y muy querida: las casas crecen desde dentro hacia afuera.
Quelle horreur!, que dirían los franceses, y, por si fuera poco, he decidido compartir con vosotros, amigos invisibles que, por pura casualidad, encontrareís ese batuburrillo.
A la vez que me sirve de recuerdo y memoria, tal vez animará mi aletargado deseo de librarse de muchos de ellos. Será una sensación de liberación y, a la vez, de tranquilidad, porque aunque lo haya tirado a la basura (o no), siempre quedará de por vida en la red, lo cual, producirá la opción de que, si un día, recuerdo tal o cual objeto de los que me desprendí, y me invade la nostalgia...¡zas!, con abrir el Blog, voilá! ahí estará.
Pues de eso, más o menos, irá la cosa. Me dispongo a revisar (poco a poco, eso sí), cajas, cajones, muebles, armarios, archivadores, álbumes, colecciones varias, bolsas, estanterías, rincones sorprendentes, alacenas, habitaciones, para revisar una por una todo lo que en ellos se esconde.
Inmóvil desde hace años, inerte y descolorido, pero que, ahora verá la luz y revitalizará su poder.
Eso sí, podré escanear bastantes cosas, otras tendrán que ser fotografiadas (¡qué trabajo te buscas!), otras adaptadas, otras extraídas, otras descritas y otras, sencillamente imposible de trasladar a estas páginas. La intimidad hay que guardarla.
Amigos, bienvenidos a mis cajones (leed bien, no confundir) :-)

Con ojos de niño ilusionado cogí el fantástico álbum que me regaló esa señora. Se llamaba...doña Antonia quizá. No estaba completo, pero su tacto me fascinaba.Tapa dura con grabados ¡en oro! (al menos lo creía) y terciopelo rojo. La fantasía se me disparó: todo el saber humano estaba ahí, entre animales fantásticos, viajes exóticos, regreso al pasado, colores vivos y unas definiciones muy precisas.
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